sábado, 27 de enero de 2007

Abrazos


Muchas veces me he preguntado en los seis últimos meses por el significado de un abrazo, todo por ese abrazo tan necesitado y no concedido en ese tiempo, por esa renuncia autojustificada a ofrecérseme.
Y así he estado observando abrazos. He visto abrazos de enamorados, he visto abrazos de amig@s que hace mucho que no se veían, abrazos con palmeos en la espalda.

Abrazos dulces, abrazos amorosos, también abrazos de solidaridad por la muerte de algún familiar o amigo, abrazos cómplices de dolor, abrazos maternales, paternales y fraternales, abrazos forzados, abrazos sentidos, abrazos gratuitos a todos los transeúntes (un día en Madrid), abrazos con significado, abrazos vacíos.
Hay abrazos con todo el cuerpo, abrazos sólo con los brazos, abrazos sin manos y sin contacto.
Yo, por mi parte, he recibido tres abrazos: uno vital, otro inerte, otro amistoso. Los tres de la misma persona en distintos momentos.
¿Qué significa un abrazo? No lo sé, quizás la forma más sencilla y cariñosa de encontrarse dos cuerpos, quizás la materialización del encuentro entre almas... no lo sé.
Sólo sé que hoy, desde esta fría noche de invierno, pido un abrazo, un abrazo caluroso, un abrazo cómplice. Un abrazo limpio, un abrazo sincero, un abrazo puro, un abrazo abrazo.