miércoles, 18 de julio de 2007

Aniversario


Hoy es mi aniversario, hoy hace justo un año que mi vida cayó en picado después de una semana en que había empezado a fallar el motor. Lo recuerdo porque el 18 de Julio es del día del Alzamiento de la nefasta dictadura de Franco. Lo mío no fue un alzamiento sino en decaimiento. Y estaba pensando ahora, que quizás este año sí sea el del Alzamiento mío, tras un año más mísero que mísero, el más triste que recuerdo y sobre todo, el más solo que jamás haya vivido, quizás toque resurrección.

Aunque no tenga casi nada a qué agarrarme, aunque una recaída en la primera remontada pueda ser mortal de necesidad, tengo que intentarlo, tengo que autoconvencerme, tengo que probar, tengo que sentir que es mi momento. Lo tengo que hacer por mí, y también por alguna gente que hay a mi alrededor: por ti que seguro que leerás esto; por ti que el sábado pasado me hiciste sentirme, en cierto modo, orgulloso de mi hombría; por los que desde el domingo me estáis apoyando en mi opinión; por quienes siempre habéis estado ahí aunque no seáis totalmente conscientes de ello; y también por lo que haya de venir, también por mi futuro, tengo que sacar fuerzas de flaqueza, tengo que verme como soy, tengo que ser capaz de asumir mis defectos y valorar mis virtudes.

Tengo que ser yo. Tengo que ser yo. Tengo que ser yo. Tengo que ser yo. Tengo que ser yo. Tengo que ser yo. Tengo que ser yo.

domingo, 20 de mayo de 2007

De lujo


Cada día me parece más absurdo este mundo. Un mundo dominado por la prensa del corazón, la gente habla de sus vidas en cualquier sitio (sí, como los grandes "artistas" que salen en la llamada caja tonta contando sus intimidades). Esto viene a cuento porque hoy estuve en una boda, era una boda de compromiso así que iba un poco de observador, y me fijé en los vestidos de la gente, ellos con sus fracs y ellas con sus trajes de lujo. Luego mientras se celebraba la boda dentro de la iglesia, yo y mucha gente nos quedamos fuera, y no pude evitar escuchar las conversaciones, todas banales que no quiero reproducir aquí. Me parece que todo es fachada y en el fondo poca cultura (y no me refiero a cultura de estudios sino a la más sencilla porque la tradición también es cultura).
He visto a familias enteras vestidas de frac, abuelos, hijos y nietos; las señoras emperifolladas con trajes super caros y super escotados... tuve la sensación por un momento de estar en Hollywood...
Aunque quizás es que yo estoy muy viejo, quizás es que yo me tomo las cosas demasiado en serio, no sé. Lo que sí sé es que me sentí un bicho raro en medio de aquella plaza de la Iglesia.

viernes, 27 de abril de 2007

Primavera otoñal


Hago un repaso mental a las tardes que no pasé contigo, y me descubro a mí mismo vagabundeando, barriendo debajo del sofá, navegando entre las web de música, informática o fotografía, o simplemente tumbado en el sofá pensando en las musarañas.

Hago un repaso mental de los besos que no te di y me encuentro a mí mismo enumerando vasos vacíos, bebiendo del agua limpia, fresca y seca.

Hago un repaso mental de los días que me ví sonreir, y descubro bromas privadas, encuentros sólo imaginados, complicidades que no son más que invenciones mal inventadas. Por eso hoy no quiero hacer repasos mentales, sólo quiero dormir, descansar, mirar hacia adelante y pestañear. Quiero pasar el día (y la noche) pestañeando.

sábado, 21 de abril de 2007

Quiero

Quiero sentir el aire en mi cara.
Quiero enfrentarme al viento y ya no ser yo.
Quiero desafiar a Eolo y hacer que sople en la dirección que mi voluntad le marque.

Quiero pasear desnudo por las calles, y que la gente me vea tal como soy.
Quiero ser libre, libre hasta que quiera dejar de serlo.

Quiero vagar, vagar por las calles y no ir a ninguna parte; andar por los montes, perdido y sin destino
quiero recorrer la orilla del mar y no parar mientras el agua salada moje mis pies.


Quiero dormir, dormir y no despertar jamás.
Quiero soñar, soñar y no volver a dormir jamás.
Quiero despertar, despertar y vivir los sueños soñados.

Quiero acercarme a ti, acercarme y sentirte eternamente junto a mí, estés donde estés.
Quiero vivir, vivir y dejar de buscar.
Quiero buscar, buscar y por fin encontrar.

Quiero seguir, seguir y luchar y seguir.

Quiero sentir el aire en mi cara.

domingo, 11 de marzo de 2007

Volar


¿Dónde están mis alas? No consigo dar con ellas, siempre creí que estaban en mi espalda, pero como no me veo mi espalda no estaba seguro de tenerlas. He intentado volar, he empezado a correr, he salido corriendo y he tomado impulso con un salto al final de la carrera para alzar el vuelo, pero es inútil, no logro volar, sólo me mantengo tres segundos en el aire y al final vuelvo al suelo. A veces caigo de pie, otras me golpeo contra el suelo, a veces sin daño, últimamente con mucho daño y mucho dolor; tanto que no quiero mirarme al espejo, no quiero ver mis cicatrices ni mis heridas. Y estoy cansado, estoy harto.
Voy a desistir de volar, seguramente soy una gallina y yo creí que era una gaviota, todas las gallinas saben que no pueden volar, pero yo no me quiero convencer que soy una gallina, y que nunca seré gaviota.
Sí, he renunciado a volar, me limitaré a deambular por el suelo, dando pequeños saltitos que me hagan soñar con el vuelo, que me hagan durante breves segundos creerme gaviota, y me haga olvidarme durante ese breve espacio de tiempo de la palabra con la que rima, que es, en realidad, lo que soy.

domingo, 25 de febrero de 2007

Elegir

El domingo pasado me tocó estar en una mesa electoral, fue un día aciago. Un día aciago porque no he visto en mi vida referéndum más absurdo y vacío de contenido que ese. La Junta se gasta un pastón en organizar todo el tinglao (con lo que eso conlleva) sin explicar a la gente en profundidad y con certeza qué es lo que se está votando, cuando dentro de 3 meses tenemos otras elecciones y (digo yo) podría haberse hecho coincidir como se hace con otros comicios.
Pero no era esto lo que quería expresar, lo que quería expresar es que estando en una mesa se ven muchas historias, algunas me parecieron terribles, me parecieron terribles porque si bien en muchas ocasiones había oído que esas cosas ocurrían hasta que uno no lo ve no se lo termina de creer. Me refiero, concretamente, a las razones qué impulsan a alguna gente a votar y al sentido de su voto. He contemplado como una madre llamaba a su hija (interventora de un partido allí presente) para preguntarle qué tenía que votar, he oído a una mujer decir que ella traía el sobre que le habían echado por debajo de su puerta para que lo insertara en la urna (sin saber su contenido), he oído personas decir en voz alta que votaba lo que decía fulanito (personaje político del pueblo), he visto gente que decía que venía a votar por si algún día tenía que pedir un documento en el Ayuntamiento, he escuchado decir que apuntaran bien que él había votado.
Y después de todo esto... yo voté en blanco porque no me consideraba capacitado para tomar una decisión al no haber leído el estatuto. Y yo me pregunto: ¿A algún político le importa eso? ¿Tienen algún escrúpulo en decirle a la gente, esto es lo que tienes que votar porque esto es lo mejor? ¿No se les cae la cara de vergüenza de decir luego a los cuatro vientos que el pueblo ha hablado y el pueblo es sabio?
Al final de la jornada encontré las respuestas a esas preguntas: habían votado en blanco un tres por ciento de los votantes. Ese debe ser, más o menos, el porcentaje de gente a la que pertenezco.

sábado, 17 de febrero de 2007

Amar


Esta mañana fui al médico. Fui al médico y le dije que me hiciera un electrocardiograma de mi corazón. Él se preocupó porque normalmente los pacientes no van a él a pedirle esas cosas a no ser que tenga palpitaciones o la tensión alta. Pero en seguida lo tranquilicé, no es eso lo que quiero que compruebe en mi corazón.
Quiero que examine mi capacidad de amar, que compruebe si la tengo intacta o si se ha debilitado con los años. Quiero que analice si se volverá a acelerar con el próximo beso que dé, con el próximo contacto que tenga con alguna mujer, quiero saber si será capaz de transmitir y compartir amor con alguna persona. Si elevará y mantendrá elevados mis ánimos en un posible próximo encuentro.
O si quizás se mantendrá frío e inerte para siempre... paralizado por el miedo... resignado a no acelerarse por no llegar a la taquicardia.
El médico me dijo que para eso no hacía falta ninguna prueba, que si yo lo deseaba, que si yo ponía la intención, el corazón se encargará del resto. Que si me preocupaba mucho por el tema sería peor.
Ojalá lleve razón. ¿O quizás me equivoqué de médico?

sábado, 10 de febrero de 2007

Aprendiz


Quisiera poder aprender muchas cosas, aprender a hacer bien las cosas que no hago bien, aprender a saber callarme cuando tengo que hacerlo, aprender a hablar cuando debería en vez de quedarme callado. Aprender a hacer lo que nunca hice, a decir lo que nunca dije, a pedir lo que nunca pedí, a vivir lo que apenas viví. Llevo toda mi vida aprendiendo cosas... y aun me queda tanto por aprender. Creo que a este mundo venimos a aprender, y nos podríamos morir con noventa y ocho años en pleno de uso de las facultades físicas y psíquicas, y en nuestro lecho de muerte pensaremos que somos unos ignorantes. Podemos adquirir habilidades en una u otra materia, podemos conocer lo más importante y lo más intenso de una actividad en concreto, pero eso, además de no llegar nunca a dominarlo totalmente, nos limitará el conocimiento de otras cosas vitales. Me gusta ser aprendiz. Me gusta aprender de todo el mundo, de quien se cree por encima mía y de quien se cree por debajo, del señor ese viejecito y analfabeto que vive en la esquina y del más grande mandatario gubernativo, del adulto de cincuenta años y del niño de siete. Me gusta aprender de las personas y me gusta aprender de los animales. De las plantas y de los minerales, de los árboles y las nubes. Me gustaría ser sol, me gustaría ser luna. Quiero ser estrella y quiero ser oscuridad, quiero ser río y quiero ser ola, quiero ser como tú y que tú seas como yo. Quiero ser alma, quiero ser cuerpo.
Quiero aprender a volar y aprender a aterrizar. Quiero aprender, aprender y nunca saber.

sábado, 3 de febrero de 2007

Antes de irme a soñar


No sé por donde empezar. Quizás por el miedo a enfrentarme con el papel en blanco, o con la pantalla en blanco en este caso. Quisiera ser capaz de expresar en palabras (en pequeñas luces negras sobre pequeños puntitos blancos que se convierten después en pequeñas luces blancas sobre pequeños puntitos negros) algo, al menos algo, de lo que pasa dentro de mí. Quisiera vomitar y quedarme vacío, quisiera limpiar y quedarme brilloso. Y hoy, dos de Febrero, puedo decir que me he limpiado bastante, que estoy más limpio que cuando empecé la bitácora hace casi seis meses. Quisiera llegar a ti, a ti que me escuchas (que no sólo me lees sino que me escuchas) y poderte transmitir algo, al menos algo, de lo que pienso, de lo que sufro, de lo que deseo. Y en esta soledad de la pantalla en blanco, en este silencio de la noche en negro, mis dedos se mueven dirigidos por hilos invisibles (invisibles y quizás inservibles), sí, mi mente da vueltas en círculos concéntricos pero mis dedos giran en espiral buscando un centro, un centro quizás inexistente, quizás idealizado, quizás olvidado, quizás inalcanzable, quizás imaginado, quizás posible, quizás legible, quizás inentendible, quizás anhelado, quizás indeseado. Algo que sólo imaginé, que soñé en la soledad de sólo imaginar, en la soledad de solo (sin acento) soñar.

sábado, 27 de enero de 2007

Abrazos


Muchas veces me he preguntado en los seis últimos meses por el significado de un abrazo, todo por ese abrazo tan necesitado y no concedido en ese tiempo, por esa renuncia autojustificada a ofrecérseme.
Y así he estado observando abrazos. He visto abrazos de enamorados, he visto abrazos de amig@s que hace mucho que no se veían, abrazos con palmeos en la espalda.

Abrazos dulces, abrazos amorosos, también abrazos de solidaridad por la muerte de algún familiar o amigo, abrazos cómplices de dolor, abrazos maternales, paternales y fraternales, abrazos forzados, abrazos sentidos, abrazos gratuitos a todos los transeúntes (un día en Madrid), abrazos con significado, abrazos vacíos.
Hay abrazos con todo el cuerpo, abrazos sólo con los brazos, abrazos sin manos y sin contacto.
Yo, por mi parte, he recibido tres abrazos: uno vital, otro inerte, otro amistoso. Los tres de la misma persona en distintos momentos.
¿Qué significa un abrazo? No lo sé, quizás la forma más sencilla y cariñosa de encontrarse dos cuerpos, quizás la materialización del encuentro entre almas... no lo sé.
Sólo sé que hoy, desde esta fría noche de invierno, pido un abrazo, un abrazo caluroso, un abrazo cómplice. Un abrazo limpio, un abrazo sincero, un abrazo puro, un abrazo abrazo.

viernes, 19 de enero de 2007

Hormigas


Esta semana había hormigas en la encimera de la cocina. No sé qué buscaban. Quizás algún resto de naranjas, o migajas de pan, quizás sólo merodeaban y no encontraban... suele pasar... me he sentido un poco identificado...
Es enero y hay hormigas. Se ve que es verdad eso que algunos llevan mucho tiempo diciendo: que nos estamos cargando el planeta...
He intentado eliminarlas, y como estaban cerca del fregadero las he empujado hacia éste y he abierto el grifo. He visto como algunas, las más fuertes o las más valientes han sobrevivido, y las he visto intentar subir pesadamente hasta el borde del fregadero arrastrando sus cuerpos a trancas y barrancas... también me he sentido identificado...
He dejado que algunas lo hicieran, y he comprobado que seguían andando y seguían merodeando por la encimera, haciendo sus reatas, seguían buscando, sin descanso y sin desánimo... y ahí he sentido que tenía cosas que aprender de las hormigas, que no tengo que desanimarme y que debo descansar lo imprescindible. Y voy a seguir, quiero seguir, hoy me siento con fuerzas, con pocas, pero con fuerzas aún.

viernes, 12 de enero de 2007

Muro parlante:


Cuatro personas a mi derecha, otras tres a mi izquierda, yo en el centro. Como diez a mis espaldas. Entre cerveza y tapa, tapa y cerveza, escucho las conversaciones de unos y otros. A mi diestra las mismas historias de siempre mil veces escuchadas, contadas con la misma liturgia de las otras veces: las mismas palabras, los mismos gestos, la misma intención.
A mi siniestra, algo más interesante: lingüística, cine y recuerdos de infancia y adolescencia. Me inclino hacia este lado casi todo el tiempo e incluso participo.
Los del fondo más que hablar, gritan, y entre los ruidos de las tres conversaciones me pongo de los nervios. Intento concentrarme en lo buenas que están las
puntillitas y lo fresquita que está la Cruzcampo. No escucho a los de poniente, muy poco a los de levante y mucho a los de detrás. Intento aislarme de tod@s y mi vista queda fija sobre la pared que está justo enfrente, pared que me sirve de espejo: me veo a mí mismo aislado como siempre, mientras los demás se agrupan y forman conversaciones de las que disfrutan, yo sólo pienso que esta noche cuando termine el tapeo y llegue a casa, se lo contaré a mi blog. Todo queda en lo que Juan Ramón llamaría: Mi blog y yo.

sábado, 6 de enero de 2007

Necesidad

Es esta una curiosa palabra. ¿Cuántas veces proclamamos (o al menos pensamos) que "necesitamos" algo? Y ¿cuántas veces es, de veras, necesario?
En muchas ocasiones, cuando tenemos un problema, adivinamos cual es la solución y salimos en busca de ella. Pero muchas veces esa solución no nos llega, aunque su búsqueda nos introduce por un camino que difiere del que habiamos imaginado pero nos conduce a una salida más o menos safisfactoria.
Otras veces, cuando adivinamos que algo (o alguien) se parece a lo que necesitamos acudimos de una forma rauda y lo perseguimos casi desesperadamente, y precisamente esa precipitación nos conduce al error o al fracaso.
También ocurre que nos aferramos a algo que creemos necesitar e ignoramos otras posibilidades desaprovechanod así algo que quizás podría dar sus frutos. Cuando nos encerramos en esa necesidad, nos provoca una decepción terrible cuando no nos soluciona el problema.
Por eso, desde hace algún tiempo, procuro desechar la palabra necesidad de mi vocabulario interno, prefiero decir: me vendría bien, o voy a intentar, o algo parecido. Así, si no funciona no nos decepciona tanto, y si funciona nos alegra mucho más que de la otra manera.
Este blog, surgió como una necesidad, y la verdad es que me ha servido mucho, pero siempre supe que aunque funcionara, esto sólo no sería suficiente para mí y tendría que abrirme a otras posibilidades. Y en ello estoy.

miércoles, 3 de enero de 2007

Asomándome

Hoy empieza un nuevo blog, y hoy empieza un nuevo año en lo que al blog se refiere. Este es mi segundo blog y mi segundo año en la blogosfera. No sé que diferencia va a haber entre este y el anterior porque mis blogs son libres (es lo mejor que tienen) y puedo expresar en ellos lo que quiera. Pero, para los neófitos que aterricen por aquí, les diré que mi primer blog era seguramente más crudo, mas difícil, más desde las entrañas. Y no porque yo quiera cambiarlo sino porque he sido yo el que he cambiado en las últimas semanas, y el hecho de hacer un nuevo blog es (entre otras cosas) por esta razón.
Con el nacimiento de este blog nace también un deseo: el deseo que tod@s los leyentes me contesten, comenten, digan algo de cada uno de los post que se publiquen, me gustaría que fuese más participativo, aunque no se sepa qué decir (que a veces ocurre) solo decir, por ejemplo, me ha gustado, sigue así, no llevas razón, creo que el camino no es ese... en fin, no sé, algo.
Pero sobre todo me gustaria eso para que la gente que esté por ahí dé la cara, para lo bueno y para lo malo, que se identifique (aunque sea con pseudónimo) para poder hacer un seguimiento de cada un@ de las personas que naveguen por este blog.
Este blog que, una vez más, pretende solo ser el vehículo de mis dedos, el medio de comunicación de mis contradicciones, mis deseos, mis ansias, mis carencias, mis virtudes, de... en fin, ser una ventana de mí, la ventana por la que me asomo.